En su última columna de opinión en la revista Semana, el periodista Daniel Coronell critica el actuar del congresista Gustavo Petro en 2008, cuando el político se pronunció sobre la relación con las Farc de dos miembros de su partido en ese momento, el Polo Democrático.
El columnista empieza describiendo un cable de WikiLeaks del 27 de mayo de 2008, que llegó a Estados Unidos, donde se mostraban las sospechas de Petro frente a sus copartidarios.
En su momento se registró una sospecha de Petro que no estaba documentada, donde el senador “no descartaba la posibilidad de que algunos miembros del Polo mantengan vínculos inapropiados con las Farc”, dice Coronell.
En los documentos, revelados tras la captura de Julian Assange de Wikileaks, se revela que Petro acusó a Wilson Borja, Gloría Inés Ramírez y Piedad Córdoba de ser simpatizantes de las Farc, hecho que detonó “el agarrón” protagonizado por los implicados en Twitter.
Desde entonces y hasta este momento, Gustavo Petro se dedica a escribir trinos en esa red social para desmentir las acusaciones realizadas por Daniel Coronell.